Joaquín Sabina – Y nos dieron las 10 / Los Secretos – Ojos de gata
La música llega hasta los rincones más inesperados. Incluso en los sitios más silenciosos (como por ejemplo un mirador) podemos leer algunos versos de canciones conocidas, lo que automáticamente hace resonar su melodía en nuestra cabeza poniendo banda sonora al momento que estamos disfrutando.
En un pueblo con mar, un amigo encontró este detalle y me mandó la foto de esta entrada, lo que me inspiró para escribir esta reseña. Gracias @fotosensible.natura por la foto.
Intento imaginar quién escribió estos versos y los pegó allí. ¿Será la canción de alguna pareja y la escribieron allí para inmortalizar algún momento romántico vivido (la versión moderna de grabar un corazón en un árbol)? ¿Será alguien que tuvo una aventura con una chica con ojos de gata en ese pueblo con mar y de la que nunca más supo? Si estos versos están escritos allí, seguro que encierran alguna historia personal.
El texto pertenece al comienzo de las dos canciones que os traigo aquí. Si os habéis fijado, aunque ambas canciones comienzan igual, sus letras se van diferenciando a medida que van avanzando. ¿Por qué?.
Pues resulta que Sabina, inspirado en una chica que conoció en un pueblo con mar de Lanzarote, escribió las dos primeras estrofas de la canción en una servilleta de papel y se la entregó a Enrique Urquijo. Después, se sucedieron una serie de malentendidos entre ambos y cada uno de ellos terminó la canción por su cuenta, publicando cada uno su versión en sus respectivos álbumes.
«Y nos dieron las 10» tiene un estribillo pegadizo, que todo el mundo reconoce y hasta canta en su vida cotidiana cuando se hace un poco tarde (bueno, yo lo hago, no sé si vosotros también lo hacéis). Sin duda alguna, Joaquín Sabina es un poeta que maneja la palabra como pocos y crea historias en cada canción, de principio a fin. Muchas de sus canciones podrían ser capítulos de novelas, a veces prosa, a veces poesía.
Por otro lado «Ojos de gata» tiene un estilo más melancólico, muy en la línea de los Secretos. No tiene estribillo y tiene un desenlace totalmente distinto a «Y nos dieron las 10».
Aquí está la prueba de que, a pesar de que comencemos un trabajo de la misma manera y con la misma materia prima, al final cada uno pone su esencia haciendo que el resultado sea totalmente diferente dependiendo de quien lo haga. Es inevitable poner parte de nosotros en lo que hacemos, nuestros gustos, nuestros sentimientos, nuestra forma de ser, nuestras experiencias vividas… todo ello conforma tanto lo que somos como lo que hacemos. Y aquí tenemos un claro ejemplo.
Y a ti ¿Qué versión te gusta más? ¿Te ha ocurrido alguna vez que hayas empezado un trabajo partiendo de la misma materia prima que otra persona y hayas obtenido resultados completamente diferentes?
A nivel de letra, musicalmente y de interpretación incluso (Urquijo tiene un tono muy plano) me quedo con Don Joaquín.
Tú ya lo sabes, al igual que quienes hayan leído mi blog, Sabina no tiene rival en nuestras fronteras… y fuera de ellas alguno que otro, pero quienes podían competir ya no están entre nosotros. Desde luego en su género inigualable. Tan enriquecedora e interesante como siempre👏
No tenía ninguna duda en tu elección. El talento de Sabina es indiscutible y es de quien partió la idea pero ambas canciones tienen su público. Gracias por el comentario!
Pues yo prefiero la de los secretos, posiblemente porque es la primera que conocí y siempre me ha parecido la de Sabina un quiero y no puedo al tratar de reflejar que los artistas no son extraterrestres. Pero cómo explicar que me vuelvo vulgar al bajarme de cada escenario…
Por otro lado, el toque melancólico de los secretos cuando aún estaba Enrique me encantaba. Ahora es otra cosa, más rollo americano ligerito a lo Tom Petty descafeinado. Aunque tiene su puntito, y más desde que hace 2 años incorporó a los coros y composiciones a txetxu Altube, alma del grupo extinto llamado «Los Madison» que nunca han tenido el reconocimiento que merecen. Buenísimos Los Madison.
Gracias por el comentario! Me encanta! Completamente de acuerdo contigo en que Enrique le daba un toque especial al grupo y que se notó su partida. A mí me encantan también los Secretos. Tienen canciones buenísimas que forman parte de la historia en general y de muchas historias personales en particular. Y para los que somos un poco melancólicos, nos gusta recordar aquellas canciones tan emblemáticas y que nunca caducan. Escucharé a Los Madison.