Film Symphony Orchestra – Gira Fénix
No es la primera vez que voy a ver a la FSO para disfrutar en directo de toda esa música sinfónica que llena las películas y que aportan color, luces, sombras, carácter y diferentes sentimientos a las historias que cuentan.
Ayer, 23 de abril, día del libro, también fue un gran día para la música en Madrid, gracias a esta orquesta que ha descubierto la música clásica a mucha más gente que no se habría acercado a ella de otra forma.
En esta ocasión la FSO ha preparado su espectáculo de manera diferente, lo que a mí personalmente me ha encantado. Para los que seguimos a Constantino y sus secuaces, hemos visto un gran cambio en esta gira, a la que han titulado Fénix. La motivación principal de este tour es la renovación y renacimiento tras la superación de estos años «raros» que hemos pasado (por no decir que los últimos años han sido una puta mierda como apuntaba Constantino. No lo digo yo, lo dice él).
Por un lado, el repertorio ha sido completamente renovado. Tras mucho tiempo interpretando los grandes clásicos de John Williams, esta gira no incluye ninguno de ellos. A priori podrías pensar que se pueden llegar a echar de menos esos imprescindibles, pero terminas no acordándote de eso ya que, como también decía Constantino, hay mucha música maravillosa además de la de Williams.
Por otro lado, antes de cada suite, Constantino nos deleitaba con una breve explicación de cada una de ellas, tanto de la película a la que pertenecían como de sus características musicales. Todo ello aderezado con anécdotas y curiosidades sobre las composiciones, explicadas con pasión y sobre todo humor (que tanta falta nos hace). Eso hacía que los asistentes nos fijásemos más en cada detalle y aprendiésemos un poquito más sobre ellas.
Además de la fuerza indiscutible transmite su director, cada integrante de la orquesta contribuye a que, no solo disfrutemos de la música, sino que también nos contagiemos de su pasión, diversión y buen rollo que cada uno de ellos transmite. Cuando ves a la gente disfrutando con lo que hacen, no puedes hacer otra cosa que disfrutar con ellos. Todos y cada uno de ellos nos hicieron disfrutar de lo lindo.
Si eres amante de la música, del cine o de todo junto, no te pierdas este espectáculo. Escuchar la música el cine o en casa está bien. Escuchar a una orquesta sinfónica en directo y sentir cómo se cuela desde tus oídos a cada célula de tu cuerpo para hacerte llorar de música*, es otra vivencia totalmente diferente. El cuerpo experimenta sensaciones de pies a cabeza y hace fluir cierta energía interna que yo siento como regeneradora.
Y tú, ¿has visto alguna vez a estos locos de la música? Me encantará leer tus comentarios.
(*Llorar de música: Como todo el mundo sabe, se puede llorar de pena, de alegría o de música.)
4 veces. Son espectaculares.
Totalmente de acuerdo. Un deleite para el oído. Gracias Gabi!
Ahora ya son 5. Your move 😉