Mikel Erentxun & Maika Makovski
Todos tenemos cicatrices. Algunas son visibles, otras no. Sólo podemos ver las cicatrices de la piel, pero hay otras cicatrices internas que, aunque no son visibles, también forman parte de nosotros y conforman lo que somos cada día.
Las cicatrices nos transforman, por fuera y por dentro. Una cicatriz en la piel te cambia el prisma desde el que ves las cosas y eso te cambia por dentro. Sin embargo, las cicatrices del alma también te transforman, y estas transformaciones se notan por fuera.
Mikel Erentxun nos habla de las cicatrices en este tema, que supuso su vuelta a su más pura esencia. Él mismo dice de este tema que es la primera vez que no ha querido parecerse a nadie, sino ser él mismo, sin filtros. Para componerla no ha buscado inspiración en otros autores, ni en otros discos, sino dentro de sí mismo.
Tal vez cuando miras en tu «yo» más profundo y aceptas todas tus cicatrices, es cuando aprendes de ellas, sale lo mejor de ti y sobre todo es cuando te crecen «alas en las cicatrices».
Aquí podéis escucharla. Aviso, es pegadiza:
Por cierto, me apetece dedicar esta entrada a mis compañeras del colegio con las que cantábamos entre clase y clase. Mientras unas pocas tocaban la guitarra, las que no tocábamos intentábamos cantar con ellas todo nuestro repertorio de las canciones de moda de la época entre las que, por supuesto, no podían faltar los temas más emblemáticos de Duncan Dhu. Chicas, estoy segura de que esta canción habría encajado perfectamente en nuestro repertorio (ya me contaréis).
¿Cómo son tus cicatrices? ¿Cuántas te reconoces? ¿Tienes alguna cicatriz que te haya costado superar más de lo que hubieras esperado? ¿Te sientes orgulloso de haber superado alguna #cicatriz? ¿A cuántas de tus #cicatrices les han salido alas?
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